A la vuelta de vacaciones nuestra compañera Radoslava nos trajo a clase un poquito de una tradición muy divertida de su país.
Para celebrar el Velikden (Domingo de Resurrección) Radoslava y su familia pintaron huevos cocidos de diferentes colores que luego trajeron a clase para regalarnos. La tradición consiste en lo siguiente:
Hay que ponerse por parejas, y sujetar el huevo con el puño cerrado, de modo que sólo sobresalga la parte superior, la más estrecha.
Entonces cada uno golpea su huevo con el del otro en el mismo punto, y uno de los dos se cascará. El que tenga el huevo íntegro repite la operación con otro que también tenga el suyo intacto. Cuando ya no quedan huevos intactos se pueden seguir "chukeando" por las extremos que todavía no se han roto.
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