Consejos para un estudio eficaz: Memorizar (5º)

Hoy en clase hemos visto algunas técnicas y estrategias para poder aprender las materias impartidas en el aula, que según avanza el curso van siendo de mayor extensión y complejidad.
Aquí os dejamos los consejos vistos para que niños y padres podáis tenerlos presentes.

Memorizar



Releer, reelaborar la información y memorizar no son fases aisladas durante el estudio; se trata más bien de procesos conectados entre sí: desde la primera lectura, ya se inicia el proceso de memorización.

Para que la huella de la memoria sea duradera, deben existir tiempos de comprensión, tiempos de fijación y tiempos de refuerzo. Y por encima de diferencias individuales, esos tiempos deben ser complementados con intervalos de interrupción; por ejemplo, entre un repaso y el siguiente, o entre el último repaso y el momento en que demostrar lo aprendido. Son condiciones necesarias para que la información se asiente, se consolide.

Pues bien, si en el proceso de memorización la gestión del tiempo resulta fundamental, habrá que capacitar al alumno para tomar el control de su tiempo, es decir, conseguir una autonomía en el aprendizaje. He aquí algunos pasos y consejos para ayudar a lograrlo:

Ocupar todo el tiempo necesario en comprender. No es tiempo perdido, porque una vez que he comprendido la información, tardaré menos en aprendérmela. No se aprende lo que no se comprende: se puede memorizar de manera literal, pero no sirve para nada y se borra fácilmente de la memoria.
Estrategia de estudiante eficaz: Prestar mucha atención a las explicaciones en clase y preguntar cualquier duda. Ahorrará tiempo y problemas cuando luego esté a solas frente al libro.

Reservar tiempo para sintetizar y organizar la información. Aunque no me lo pidan como ejercicio obligatorio, realizo subrayados, resúmenes, tablas y esquemas; así me aseguro de que comprendo bien todo y, casi sin darme cuenta, empiezo a aprendérmelo.
Estrategia de estudiante eficaz: Hacer los resúmenes y los esquemas siempre de la misma manera (mismo papel, mismos colores, títulos y subtítulos siempre iguales).
Ahorra tiempo por partida doble: la rutina le llevará a ser cada vez más rápido y el hecho de sintetizar hará que empiece el estudio propiamente dicho con la información ya asimilada.

Elegir bien el momento de estudio. Si digo que voy a estudiar, es que voy a dedicar toda mi atención a eso. El cansancio y las distracciones conducen a malgastar tiempo y esfuerzo.
Estrategia de estudiante eficaz: Elegir autónomamente cuándo memorizar y ser riguroso; los padres y los profesores imponen condiciones a quienes no obtienen buenos resultados, pero dejan margen de autonomía a quienes se muestran metódicos.

Marcar un plan de repasos. Casi siempre estudio porque en clase me marcan una meta (por ejemplo, que tengo una prueba escrita el martes próximo), así que puedo señalar en el calendario cuántos días antes tengo que empezar a repasar.
Cuanto mejor se hayan cubierto las fases de comprensión y síntesis, más eficaces serán los repasos.
Estrategia de estudiante eficaz: Hacer muchos repasos y que cada uno sea lo más breve posible. Pero no hay que perder de vista el objetivo: sabérselo todo y sabérselo muy bien.

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